EL OJO
Fue mi idea subirnos al barquito en Puerto Ángel. Era mi último día, ya que en la mañana siguiente volaba de regreso a la Ciudad de México, y quería hacer algo extraordinario.
El viaje había sido un desastre. Había regresado a Puerto Escondido para encontrarme con un músico/masajista argentino, al cual había conocido a finales del año anterior. En …
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to here, now, everywhere, forever to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.